sábado, 19 de abril de 2014

RUBY SPARKS *** - 2012 - JONATHAN DAYTON y VALERIE FARIS



Tres estrellas *** spyCIN, o sea, que a verla y a pasar un buen rato, porque es una comedia simpática sobre el viejo tema del "pigmalión", esto es, el hombre que construye a la mujer de sus sueños. En ese sentido la carátula de la película es de lo más explícita sobre el arte empleado para ello: la escritura. Porque como nos dice en su discursito del final, el amor es magia y la escritura también. Plas plas plas plas, y ya no cuento más. De la película, claro está, porque en la vida real, en la vida del cine, hay otras películas que es muy divertido contar, pero... mejor leerlas después de haber visto la película para que no interfieran en ella. Y es que son tan curiosas y originales que creo que pueden llegar a interferir, ja ja ja. 


Bueno, antes de la segunda historia, un par de fotos y de notas sobre alguna cosilla curiosa o que se podría mejorar. Si en la recientemente comentada THE PERKS OF BEING A WALLFLOWER el chico escribía a mano, aquí lo hace con máquina de escribir (!!!) en el 2012 (???). ¿Toque vintage? ¿Manía herd en hollywood? Qué se yo...


 La figura del hermano, como el único contacto con el exterior del joven escritor protagonista, tiene su gracia al principio cuando le da algunos consejos sobre el éxito de los temas que pueden interesar a los lectores, pero luego queda algo desdibujado como secundario y es una pena porque su papel creo que daba para algo más (y su guapa mujer también). Y es que a la película le sobran algunos metros cuando se queda estancada en los juegos de escritura/escenas entre el chico y la chica y parecía pedir algún contrapunto. 


Tampoco la figura del psisólogo de lujo que trata al protagonista tiene la relevancia que parece apuntar al principio, aunque eso es casi mejor porque lo de meter a un psicólogo para intentar resolver los problemas  que le da el éxito a un jovencito escritor no deja de ser del género tonto.


Más acertada me parece a mí la desolada casa moderna donde se ha puesto a vivir el escritor triunfante, ja ja ja ja, un mundo de arquitectura tan blanca, torpe y anodina como la propia mente del chico.


Digamos también de paso, que la película sale del atasco pigmaloniano con un bonito final que no era fácil de prever, y que ahí es donde se gana la tercera estrella spyCIN que estaba a punto de perder.


Y ahora que ya la habéis visto, vamos con las otras historias, las de sus realizadores, no menos sorprendentes que la de la propia película porque eso de que el director sea una pareja (o matrimonio) tiene su cosa, sobre todo tratándose de una comedia de amor.


RUBY SPARKS es el segundo largometraje de JONATHAN DAYTON y VALERIE FARIS. Su primera película, LITTLE MISS SUNSHINE no fue un tres*** estrellas sPyPcin porque en el 2006 no había nacido aún el sPyP pero se las damos gustosamente con efecto retroactivo. Buenos temas, mucha gracia, divertidos personajes y sobre todo, originalísimos guiones... pero... ¿de quién es el guión de RUBY SPARKS? ¿Quién es esa ZOE KAZAN que figura en los créditos? pues... tachá, nada más y nada menos que... ¡la propia protagonista de la película! ¡toma ya!


Una chica no muy espectacular pero con unos ojos que echan chispas. ¿Diosa spyCIN? ñññññ, creo que aún no porque en la película brilla menos que en este fotograma, pero en fin, seguro que pronto lo conseguirá. Como consiguió en la vida real (!!!), y esa es la última sorpresa que nos depara el backstage de Ruby Sparks, el amor de verdad del actor protagonista (!!!), el desgarbado PAUL DANO, que ya brilló con luz propia en Little Miss Sunshine.


¿Tiene gracia la cosa, no? Es como si fueran dos películas en una.








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