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domingo, 28 de octubre de 2018

THE FUNDAMENTALS OF CARING** - 2016 - ROB BURNETT



Interesante y entretenida película sobre el tema del cuidado de un adolescente con síndrome degenerativo y muy mala leche. Actuaciones sobresalientes por parte de los tres protagonistas y de los cuatro o cinco secundarios. Solo he encontrado este fotograma de la siniestra madre del adolescente.


Lo mejor de la película empieza cuando se convierte en una road movie, primero con los dos protagonistas, luego con Selena, luego con la embarazada y al final con el padre de Selena.


La grandilocuencia de la escena final es un poco tonta, y la obsesión con los hijos como lo único que da sentido a nuestras vidas, un poco cargante. Pero es buen cine. Con ritmo, gracia y sobre todo, actores. Dos estrellas** spypcin. Nos la recomendó Teresa.






lunes, 15 de octubre de 2018

ENTRE COPAS** - 2004 - ALEXANDER PAYNE



La teníamos por una obra maestra de la comedia moderna, pero en la revisión de este octubre del 2018 se nos vino abajo. La he dejado dos** estrellas spypcin por la divertidísima escena de sexo con la camarera gorda en la que Thomas Haden Church es deliveradamente pillado in fraganti; pero con una estrella tenía más que suficiente. A la película le sobra media hora. O a nosotros nos empieza a faltar paciencia. Porque hace catorce años nos dejó tan contentos. 


En aquella época aún creíamos que el mundillo del vino, las catas y degustaciones tenían algún sentido o eran una cosa chic, pero por vivir en medio de la vorágine de la así llamada "cultura del vino", estoy hasta el gorro de tanta memez. Eso me reconcilia con el gamberro de la película (que prefiere sexo a vino) y encaja con que el experto en vino sea un fracasado, pero como el desenlace le da la vuelta a la trama y Paul se hace al final con el amor de la encantadora Virginia Madsen, mis preferencias se vienen abajo.


Entre Copas fue la película que lanzó al estrellato a Paul Giamatti, pero en esta revisión yo he preferido quedarme con el gamberro follador y la dulce divorciada. He rastreado fotografías de Virginia Madsen y he encontrado verdaderas maravillas:






¿Diosa spypcin? Y tanto que sí. Menuda pechonalidad. De ahí las dos estrellas**...


Me hubiera gustado encontrar algún fotograma de la hilarante escena del cornudo cuentista y la gorda camarera, pero todo lo más que he visto por la red han sido estas dos fotos de cuando la peli empieza a animarse.



No creo que dé para una nueva revisión. A menos que se me vuelva a olvidar completamente. Y si pongo estos fotogramas es para que así no sea. 

domingo, 7 de octubre de 2018

VIDA PRIVADA** - 2018 - TAMARA JENCKINS



Con lo mal que está el panorama cinematográfico, basta que haya un poco de inteligencia, buen hacer y actores americanos de primera línea para que le demos dos** estrellas spypcin. A la película le sobra media hora, pero como estamos tan metidos últimamente en el tema de los "embarazos" por la hija, se nos hizo más llevadera la espera.


Paul Giamatti sigue siendo un crack. Ella (Kathryn Hahn) no me gustó nada. Esa boca... agggg.  Lo mejor de ella, la escena en que sale con el culo al aire limpiando la bañera, ja ja ja. La que está que se sale es la chiquilla. Seguro que la fichan para hacer un cameo de Janis Joplin. Menudo temple tiene la niña: Kayli Carter. Es difícil enamorarse de ella con ese cuerpo tan infantil y ese rostro tan adulto, pero director habrá que lo consiga porque actriz hay en ella para dar y no parar.


Tamara Jenckins da sobradas muestras de ser una gran directora. Buen ritmo, sentido del humor, falta de prejuicios con los temas del sexo, personajes secundarios retratados estupendamente con cuatro trazos (sobre todo el ginecólogo y el hermano), etc. Habrá que buscar algo más en su filmografía.


Aquí el staff completo en Sundance:


Y más de cerca:


Y algunos otros fotogramas del film para el recuerdo:






Vista el sábado 6 de octubre del 2018

domingo, 8 de abril de 2018

PATERSON - 2016 - JIM JARMUSCH



Llevo un montón de tiempo sin actualizar este blog de cine, pero no es por no ver cine, sino porque se me han ido las ganas de escribir. Creo haber escrito más de una vez que el cine es como los sueños y que si no escribes cuando te despiertas, se te olvidan. Y hay sueños tan bonitos que da pena que se te olviden.

Ayer vimos Paterson y yo la vi entre sueños. No siempre me duermo cuando la película es mala. Me duermo cuando tengo sueño y cuando una música dulce o un cuento bonito me acunan. Y eso me pasó con Paterson. Así que la tengo que volver a ver porque me perdí un montón de minutos, aunque eso no quita para que le dé ya dos** estrellas spycin y ponga algunos fotogramas cogidos por la red para no olvidarla. Y para recomendarla a los pocos afortunados (entre cinco y diez al día según veo en las estadísticas) que tienen la suerte de abrir este blog.


Yo siempre he dicho que me gustaría que el cine se ocupara más de la vida ordinaria de las personas y del lado poético de la vida. Y eso es Paterson, una película sobre una serie de momentos y detalles de la tranquila y aburrida vida de un conductor de autobús llamado Paterson, que vive en una ciudad llamada Paterson, que está recién casado y que escribe poesías a ratos. A veces en el propio autobús, y a veces buscando la inspiración junto a un precioso barranco con un puente de hierro y una cascada al fondo.


Un día al despertar, su mujer le dice que ha tenido un bello sueño en el que estaba embarazada de mellizos. ¿Te gustaría que tuviéramos mellizos? le pregunta ella. Claro, le dice él. Así tendríamos uno para cada uno. Y a partir de ahí, como quien no quiere la cosa, el protagonista va reparando en los mellizos que va viendo por la calle.


La pareja no tiene mellizos pero tiene un perro de esos muy feos que les observa todo el día y les ladra cuando se besan.


Cuando Paterson vuelve de trabajar tiene que sacar a pasear al perro y así vemos la casa de Paterson y Laura y nos enteramos por qué se cae siempre hacia un lado el buzón del correo.


En el paseo nocturno del perro Paterson hace siempre una parada en el bar del barrio para tomarse una cerveza


Y allí conocemos a otra pareja de mellizos que juegan al billar, a un camarero filósofo y a una negrita muy guapa...


... de la que está enamorado otro negrito gafapasta que no tiene posibilidad alguna.


Es una historia muy triste pero que nos arranca una de las pocas carcajadas porque cuando el gafapasta sin afeitar declama en la barra la miseria de su amor y de su vida, el camarero filósofo le elogia la buena interpretación.


Qué gracioso es reírse de nosotros ¿verdad? cuando nos tomamos la vida en serio y nos convertimos en actores de tragedia.


Laura decora su casa y sus telas con sencillos patterns en dos colores y decide hacer pastas para ganar algún dinero. Y también decora las pastas con sencillos patterns. Se compra una guitarra para intentar ser una estrella country y le dice a Paterson que edite sus poesías porque son muy bonitas.


Paterson se encuentra cada día en el garaje de autobuses con un capataz de origen hindú que toma nota de su entrada y salida y cuando le pregunta qué tal le va la vida, el capataz siempre le dice que mal, y le cuenta una retahíla de sus males. Pero otro día se encuentra con una melliza que también escribe poesía en un cuaderno.


Las poesías de Paterson son como la vida de Paterson. Van contado su vida en un cuaderno.

Yo también iba contando mi vida en este blog, o por lo menos los sueños que veo antes de irme a la cama, pero nunca me había tomado por poeta. Y ahora que se me han ido las ganas de escribir, aún menos. Pero con poner los fotogramas de mis sueños, me vale. Aunque solo sea para recordarme alguna cosa: que tengo que volver a ver Paterson.

lunes, 20 de noviembre de 2017

THE BIG SICK** - 2017 - MICHAEL SHOWALTER



Como la primera vez que vimos a Zoe Kazan no la convertimos en diosa spypcin porque en aquella peli había brillado más como guionista que como actriz, aprovechamos a hacerlo ahora (sin mucha convicción también) en esta difícil comedia en la que interpreta a la novia norteamericana de un paki que hace en la pantalla lo que había vivido en persona. Juegos estos del cine con la vida que parecen hechos para cinéfilos o para lectores de la prensa del corazón, especies estas de las que no participo mucho.


Protagonista femenina a parte, creo que The Big Sick es una película bastante complicada en la que  por las dificultades de ver los gags en subtítulos, me pierdo muchas cosas.


El tema de la integración es seguramente la parte más delicada para ser tratada en clave de comedia. No encaja muy bien que el padre del prota vaya de moderno con el hijo y que la madre le busque novia paquistaní. Por la otra parte, el rechazo inicial del paqui por parte de los padres de la chica  se transforma rápidamente en adopción, como si los anglosajones fueran mucho más avanzados en tolerancia que los asiáticos. Que pudiera ser, pero que no es el tema porque es solo una historia.


El humor de los monólogos de los clubs de la comedia es algo que no me acaba de enganchar. Supongo que por un problema de traducción y de referencias.


La parte más graciosa gira en torno a la enfermedad real de la novia y no a la enfermedad del amor con la que juega el título. Un amor (sobre el que ya todo el mundo parece estar de acuerdo) que llega después de una o varias sesiones de un sexo sin mayor emoción que el propio placer físico o el pasatiempo de una noche. En los tiempos de internet se ha vuelto tan intrascendente el sexo que ya ni siquiera aparecen las tradicionales escenas o tomas de cama.


La desdramatización del sexo siempre me ha parecido bien (y ya no digamos si pensamos en el trasfondo diario de la violencia de género), pero su escasa contribución a la relación amorosa se me empieza a escapar.


Este es el director, Michael Showalter. Nacido en 1970, tiene ya un buen recorrido cinematográfico pero Hawkmenblues no tiene ninguna de sus pelis en su blog, de ahí que no supiéramos nada de él. Le ponemos en las etiquetas, y al tiempo.  

domingo, 12 de noviembre de 2017

THE HUSTLER** - 1961 - ROBERT ROSSEN



Nunca me ha gustado el virtuosismo, esa especie de arte del arte. Y en el cine, menos. Yo diría que el lugar del buen arte, está más o menos a mitad de camino entre lo amateur y el virtuosismo. Por eso no me gustó THE HUSTLER. Aunque no me quede otra que darle dos estrellas** sPyP.


El comienzo de la peli es trepidante y te hace pensar en lo mejor. El cóctel entre la ambición, la apuesta y el timo parece perfecta. Pero en la segunda partida de billar ya empieza el dramón:


Y como el simple juego del billar no podría sostener un drama de dos horas, aparece el segundo motivo:


A partir de ahí todo es dar vueltas a lo mismo. Como un violín o un saxofón cuando coge un motivo y le hace mil piruetas. De repente noto como que me entra sueño y que no sé si voy a aguantar toda la peli. Pero los músicos son extraordinarios, y cada pantallazo te abre los ojos: Me encanta su primer socio de correrías, Myron McCormick.


Y la pareja contraria, George C. Scott y Jackie Gleason.


O hasta los tipos de un billar de mala muerte que ponen la nota más negra y cruel:


Piper Laurie tiene algunos momentos felices pero es imposible enamorarse de ella con tanto alcohol por medio. Las relaciones tormentosas de parejas debieron de ponerse también de moda por aquellos años (Taylor y Burton lo llevarían a lo máximo cinco años después en Quién teme a Virginia Wolf ,1966).


De Paul Newman qué les voy a decir. Que ninguna mujer podrá dormirse mientras esté en pantalla. Me encantó este fotograma en que se sienta en la ventana exactamente igual que en una ilustración de Norman Rockwell (habría que saber quién se inspiró en quién)


Robert Rossen no sólo fue el director sino también el guionista de The Hustler. Con un pasado comunista, Rossen vivió años difíciles en la época de la caza de brujas. Su cara y su pose me recuerdan bastante al personaje de Fat Minessota, un virtuoso de las carambolas.


Robert Rossen había ganado ya un Oscar diez años antes con EL POLITICO, película que habrá que ver antes de que se nos olvide. Con The Hustler alcanzó la candidatura pero no la estatuilla. El virtuosismo siempre está bien visto. Incluso viniendo de un hombre tan sospechoso (!).