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lunes, 20 de noviembre de 2017

THE BIG SICK** - 2017 - MICHAEL SHOWALTER



Como la primera vez que vimos a Zoe Kazan no la convertimos en diosa spypcin porque en aquella peli había brillado más como guionista que como actriz, aprovechamos a hacerlo ahora (sin mucha convicción también) en esta difícil comedia en la que interpreta a la novia norteamericana de un paki que hace en la pantalla lo que había vivido en persona. Juegos estos del cine con la vida que parecen hechos para cinéfilos o para lectores de la prensa del corazón, especies estas de las que no participo mucho.


Protagonista femenina a parte, creo que The Big Sick es una película bastante complicada en la que  por las dificultades de ver los gags en subtítulos, me pierdo muchas cosas.


El tema de la integración es seguramente la parte más delicada para ser tratada en clave de comedia. No encaja muy bien que el padre del prota vaya de moderno con el hijo y que la madre le busque novia paquistaní. Por la otra parte, el rechazo inicial del paqui por parte de los padres de la chica  se transforma rápidamente en adopción, como si los anglosajones fueran mucho más avanzados en tolerancia que los asiáticos. Que pudiera ser, pero que no es el tema porque es solo una historia.


El humor de los monólogos de los clubs de la comedia es algo que no me acaba de enganchar. Supongo que por un problema de traducción y de referencias.


La parte más graciosa gira en torno a la enfermedad real de la novia y no a la enfermedad del amor con la que juega el título. Un amor (sobre el que ya todo el mundo parece estar de acuerdo) que llega después de una o varias sesiones de un sexo sin mayor emoción que el propio placer físico o el pasatiempo de una noche. En los tiempos de internet se ha vuelto tan intrascendente el sexo que ya ni siquiera aparecen las tradicionales escenas o tomas de cama.


La desdramatización del sexo siempre me ha parecido bien (y ya no digamos si pensamos en el trasfondo diario de la violencia de género), pero su escasa contribución a la relación amorosa se me empieza a escapar.


Este es el director, Michael Showalter. Nacido en 1970, tiene ya un buen recorrido cinematográfico pero Hawkmenblues no tiene ninguna de sus pelis en su blog, de ahí que no supiéramos nada de él. Le ponemos en las etiquetas, y al tiempo.  

sábado, 19 de abril de 2014

RUBY SPARKS *** - 2012 - JONATHAN DAYTON y VALERIE FARIS



Tres estrellas *** spyCIN, o sea, que a verla y a pasar un buen rato, porque es una comedia simpática sobre el viejo tema del "pigmalión", esto es, el hombre que construye a la mujer de sus sueños. En ese sentido la carátula de la película es de lo más explícita sobre el arte empleado para ello: la escritura. Porque como nos dice en su discursito del final, el amor es magia y la escritura también. Plas plas plas plas, y ya no cuento más. De la película, claro está, porque en la vida real, en la vida del cine, hay otras películas que es muy divertido contar, pero... mejor leerlas después de haber visto la película para que no interfieran en ella. Y es que son tan curiosas y originales que creo que pueden llegar a interferir, ja ja ja. 


Bueno, antes de la segunda historia, un par de fotos y de notas sobre alguna cosilla curiosa o que se podría mejorar. Si en la recientemente comentada THE PERKS OF BEING A WALLFLOWER el chico escribía a mano, aquí lo hace con máquina de escribir (!!!) en el 2012 (???). ¿Toque vintage? ¿Manía herd en hollywood? Qué se yo...


 La figura del hermano, como el único contacto con el exterior del joven escritor protagonista, tiene su gracia al principio cuando le da algunos consejos sobre el éxito de los temas que pueden interesar a los lectores, pero luego queda algo desdibujado como secundario y es una pena porque su papel creo que daba para algo más (y su guapa mujer también). Y es que a la película le sobran algunos metros cuando se queda estancada en los juegos de escritura/escenas entre el chico y la chica y parecía pedir algún contrapunto. 


Tampoco la figura del psisólogo de lujo que trata al protagonista tiene la relevancia que parece apuntar al principio, aunque eso es casi mejor porque lo de meter a un psicólogo para intentar resolver los problemas  que le da el éxito a un jovencito escritor no deja de ser del género tonto.


Más acertada me parece a mí la desolada casa moderna donde se ha puesto a vivir el escritor triunfante, ja ja ja ja, un mundo de arquitectura tan blanca, torpe y anodina como la propia mente del chico.


Digamos también de paso, que la película sale del atasco pigmaloniano con un bonito final que no era fácil de prever, y que ahí es donde se gana la tercera estrella spyCIN que estaba a punto de perder.


Y ahora que ya la habéis visto, vamos con las otras historias, las de sus realizadores, no menos sorprendentes que la de la propia película porque eso de que el director sea una pareja (o matrimonio) tiene su cosa, sobre todo tratándose de una comedia de amor.


RUBY SPARKS es el segundo largometraje de JONATHAN DAYTON y VALERIE FARIS. Su primera película, LITTLE MISS SUNSHINE no fue un tres*** estrellas sPyPcin porque en el 2006 no había nacido aún el sPyP pero se las damos gustosamente con efecto retroactivo. Buenos temas, mucha gracia, divertidos personajes y sobre todo, originalísimos guiones... pero... ¿de quién es el guión de RUBY SPARKS? ¿Quién es esa ZOE KAZAN que figura en los créditos? pues... tachá, nada más y nada menos que... ¡la propia protagonista de la película! ¡toma ya!


Una chica no muy espectacular pero con unos ojos que echan chispas. ¿Diosa spyCIN? ñññññ, creo que aún no porque en la película brilla menos que en este fotograma, pero en fin, seguro que pronto lo conseguirá. Como consiguió en la vida real (!!!), y esa es la última sorpresa que nos depara el backstage de Ruby Sparks, el amor de verdad del actor protagonista (!!!), el desgarbado PAUL DANO, que ya brilló con luz propia en Little Miss Sunshine.


¿Tiene gracia la cosa, no? Es como si fueran dos películas en una.