martes, 17 de enero de 2017

VELVET GOLDMINE* - 1998 - TODD HAYNES



Vemos VELVET GOLDMINE como de carambola y sin especial devoción por los asuntos que trata en plan biopic, es decir, las aventuras, conciertos y amores entre David Bowie e Iggy Pop.


Y vista así resulta entretenida, o sea que..., una estrella* spypcin, porque Jonathan Rhys Meyer es todo un Adonis, está guapísima, y se come la pantalla.










En el pase de los créditos me quedé asombrado del enorme esfuerzo musical realizado para hacer tan banal entretenimiento así que pensé (creo que acertadamente) que es la típica película de culto para fans y frikis, y que seguro que esconde muchas más historias igualmente entretenidas que hacen recomendable verla otra vez. Para abrir boca dejo aquí un enlace a una de esas reseñas (Ramón elogiosas, la de Ramòn Abello Miñano, que dan muchos datos. 


En Spotify podéis encontrar un mix de los temas del soundtrack que te pone en ambiente pero que escuchado sin imágenes suena más a un collage glam de la radio que al tipo de cine videoclip de la peli. 


Sobre Todd Haynes decir que en el 2007 hizo el biopic de Dylan, I'm not there, que ya salió en el SPYP de 6 de marzo del 2010, así que parece que le va la marcha, aunque tiene otro par de dramas en su haber que quizás valga la pena ver.



En cuanto a tipos humanos secundarios que rodean el mundillo de las estrellas de la música (cuando no a ser sus verdaderos creadores o sus víctimas) me atraen el rudo productor o la mujer del artista:


La historia del periodista que parece armar la película es totalmente prescindible:




Y en el asunto del glam rock musical, frente a Bowie o a Iggy Pop, yo me sigo quedando con cualquier pieza o cualquier vídeo de los jrandes calaveras de Roxy Music que me parecen mucho más creativos y versátiles.


Aunque tampoco es mala sorpresa haber encontrado por aquí a Tom Yhorke (!) y a Shudder to Think, a quienes descubrí no hace mucho gracias a otra película (¡del mismo año!) que ya conté aquí y en la spymusic.  

lunes, 16 de enero de 2017

DOS EN LA CARRETERAº - 1967 - STANLEY DONEN



Tenía tantos premios y alabanzas de los críticos de todos los tiempos que no podía ser mala, pero a fecha de hoy lo único que la podría salvar es la arqueología, o sea, la moda, los coches y las ambientaciones chic de finales de los sesenta. Todo lo demás es insufrible. Ver de un lado para otro viajando sin orden ni sentido a una estúpida pareja de pijos con aspiraciones de progres en materia de amor y matrimonio es realmente insoportable. 


La pobre Audry Hepburn merecía mejor suerte que la de juntarse con un arquitecto engreído (como todo arquitecto que se precie) y, por supuesto, vendido al lujo de los promotores del boom de los sesenta. .


Pero si el rollito entre los dos personajes centrales es pura basura en cuanto al tema del amor o las relaciones de pareja (que es lo que más alaban los sesudos críticos), la aparición de un tercero en juego no solo no anima su larga segunda hora (sí, ¡la vimos entera! )sino que la convierte en patética. Spycin no le da ni una estrella. Cero pelotero, fin del comentario y a poner una foto de Stanley Donen en sus años buenos, cuando hacía musicales como BAILANDO BAJO LA LLUVIA o peñículas del calibre de SIETE NOVIAS PARA SIETE HERMANOS.


Por el look de la foto podría tener cierto paralelismo con el arquitecto de la peli, es decir, el tipo de director vendido a los productores de Hollywood. Aún vive. Tiene noventa y dos años y debe de ser toda una reliquia de aquella gran industria: