La crítica fue implacable con Buddy Buddy, y según dice la Wikipedia, Billy Wilder, que ya tenía 75 años, decidió retirarse y no hacer ni una película más. Treinta y cinco años después y una docena de fracasos seguidos en la temporada SPYCIN 2016, casi hacen de Buddy Buddy, si no un monumento, por lo menos un bote salvavidas. Nos reímos a gusto, sobre todo con la carga irónica hacia la policía y el Estado, ja ja ja, y en algunos momentos llegamos a decir: ¡esto es cine! En la foto Billy Wilder rodeado de Jack Lemmon y Walter Matthau, un par de gansos de primera magnitud.
La parte por donde pierde la tercera estrella es la del profesor de sexo Zuckerprot (vaya papelón, Kinsky) y la díscola esposa de Jack Lemmon. La idea era graciosa pero el esperpento que genera no acaba de hacer un buen contrapunto con la historia del frío matón que interpreta Mattheu.
Pues eso, que una mala película de Wilder nos sacó de un apuro cinefílico y nos salvó la noche del finde. Si no la habéis visto, ahí tenéis un buen rato.
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