domingo, 11 de mayo de 2014

MAN ON WIRE *** - 2008 - JAMES MARSH



Ante películas como esta, el spyCIN debería volver al sPyP porque se llame documental o película, en realidad se trata de una noticia... solo que... con cuarenta y tantos años de retraso. Una noticia fascinante, pero sobre todo, una noticia: cuando aún no se han acabado de construir las torres gemelas de Nueva York, un tipo francés de veinticuatro años llamado PHILIPPE PETIT consigue poner de forma clandestina un cable entre sus azoteas y pasa por él unas ocho veces estando 45 minutos a 400 metros del suelo. Ocurrió en 1974 y entonces no me enteré. Lo bonito de que me llegue ahora es que el propio protagonista puede participar en la narración desde la perspectiva de tantos años.


Los críticos de cine afilan sus plumas para discernir si el documental (el modo en que se da la noticia) podría ser mejor o peor, pero ante el peso de los datos, poco importa. Al menos cuando la noticia te llega por primera vez. Como no sería normal que otra película contara lo mismo, de momento tiene aseguradas las tres*** estrellas spyCIN y es de obligado visionado, porque buena o mala, lo cierto es que se pasa uno noventa minutos de vértigo. Y no sólo por el paseíto entre las dos torres que... no tuvo filmación (!) sino por los preparativos, las entrevistas, la emoción de los recuerdos, etc. etc.


Y aunque ya se imagina uno el desenlace, la trama no decepciona. De todos modos hay un asunto muy bonito que está tocado como de soslayo y que a mí me parece tan apasionante como el propio tema central, y es la historia de amor que se desarrolla durante la trama, una historia que tiene un final algo sorprendente y cortante.


Según cuenta su novia, Philippe se enamoró de ella con la misma obstinación y perseverancia con la que planificaba sus sueños (o aventuras). Y según ella, su romance se acabó justo después de que Philippe consiguiera la proeza de andar por el cable entre las torres gemelas. La película de James Marsh introduce a modo de cómic una historieta según la cual Philippe lo celebró con el tipo sexo rápido y fácil que pueden permitirse las estrellas de rock o, en general, la gente que triunfa en la vida. Aunque Philippe Petit rechazó la fama y el dinero que le hubiera podido reportar su hazaña, para mí que hay algo de venta del alma al diablo en todo ello, y que la historia de amor está sólo apuntada y no contada. Desde luego, ante lo inaudito del tema principal, la historia de su novia podría considerarse un tema menor pero, por muy manido que esté ¿no es el amor acaso el tema más apasionante de la vida humana? ¿más apasionante incluso que cruzar las torres gemelas por un cable? 

Dejo los interrogantes para el siguiente director que quiera contar la imbricación entre las dos historias. O para el que se proponga, en verdad, no hacer un documental (que ya está hecho y tiene tres*** estrellas spyCIN), sino una gran película. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario