¿Cuánto tiene uno que aguantar para decir hasta aquí hemos llegado? Yo a los tres minutos, cuando el protagonista llega a Nashville y las tomas de la estación de autobuses parecían estar rodadas con un móvil ya pensé que había que cortar y sacarla del disco duro pero aún aguantamos hasta las conversaciones por teléfono desde las habitaciones de los moteles y creo que fue cuando salió de copas de noche que pensamos: esto es como cine español pero peor y encima en Nashville, o sea, con pretensiones. Ale, ale, un cero pelotero y a probar con otra. Las críticas y reseñas pueden engañarte, pero las imagenes y el ritmo de la narración casi nunca lo hacen. Aún así movimos el cursor hacia delante para ver al azar qué tipo de escenas había hacia el medio y por el final, y más de lo mismo. Una pena porque pensé que en Chile podían haber descubierto América. Al fin y al cabo lo tienen más cerca que nosotros.
No es un blog de cine. Sólo contiene mis anotaciones personales sobre las películas que veo sin mayor pretensión que recordármelas a mí mismo y recomendarlas (o no) a quien lea el blog. Tiene como precedente la sección de cine del spypnic donde se comentaron más de doscientas películas y se creó la sección de DIOSAS SPYP (v. spypblog.blogspot.com)
martes, 31 de marzo de 2015
MUSICA CAMPESINAº - 2011 - ALBERTO FUGUET
¿Cuánto tiene uno que aguantar para decir hasta aquí hemos llegado? Yo a los tres minutos, cuando el protagonista llega a Nashville y las tomas de la estación de autobuses parecían estar rodadas con un móvil ya pensé que había que cortar y sacarla del disco duro pero aún aguantamos hasta las conversaciones por teléfono desde las habitaciones de los moteles y creo que fue cuando salió de copas de noche que pensamos: esto es como cine español pero peor y encima en Nashville, o sea, con pretensiones. Ale, ale, un cero pelotero y a probar con otra. Las críticas y reseñas pueden engañarte, pero las imagenes y el ritmo de la narración casi nunca lo hacen. Aún así movimos el cursor hacia delante para ver al azar qué tipo de escenas había hacia el medio y por el final, y más de lo mismo. Una pena porque pensé que en Chile podían haber descubierto América. Al fin y al cabo lo tienen más cerca que nosotros.
jueves, 26 de marzo de 2015
THE LAST RIDE* - 2011 - HARRY THOMASON
La carátula de la más reciente THE LAST RIDE tenía muchos laureles, iba también de country y tenía un Cadillac en la carátula, y... los Cadillac siempre nos han dado suerte.
Pero nada más empieza la película, una serie de tópicas escenas de trabajo de un empleado de taller, (quién sabe si el protagonista...) nos dieron el primer aviso. Uy, esta es peor que la del otro día...
Pasado el primer susto aparece en escena el gran cantante de country al que el empleado del taller, rápidamente reconvertido en chófer, ha de llevar a un concierto por aquellas bonitas carreteras de Norteamérica de comienzos de los cincuenta.
Que nos guste el country y sintamos curiosidad por todo lo que rodea a este tipo de música no quiere decir que seamos unos expertos. Más bien al contrario. Por las carátulas de la presentación ya sabíamos que la película estaba basada en hechos reales, pero a estas alturas de la misma aún no sabíamos que el tipo del sombrero blanco era una de las grandes leyendas del country, HANK WILLIAMS, o sea, que lo nuestro podría ser como amar el rock y no saber quien fue Elvis Presley.
Aunque la historia se atasca en el lento paseo de un hermoso Cadillac por bellos paisajes y un bis a bis entre el estupendo actor que hace de Hank Williams (no me pregunten quién es que a mí en el cine sólo me interesan las actrices) lo cierto es que como el tipo lo hace bien y nos tememos que vamos a descubrir algo grande, la película va manteniendo nuestro interés. Poco antes del final aparece una chica para el chófer... ¿no sabes quién es? me pregunta la presidente del cine club. ¡Es Penny! ¡Penny! ¡Penny! ¡la de The Big Bang Theory! ¿Qué hace una chica como tú en una gasolinera como esta del año 53? Pero hombre por dios, a quién se le ocurre poner a Penny ahí.
Poco antes de acabar, la copia nos hace unas pirulas y por poco nos quedamos sin ver que Hank Williams se muere y que el chófer se va corriendo a por Penny, pero los créditos estaban perfectos y en la lista de canciones empezamos a maravillarnos del poderío de Hank Williams. Apagado el proyector nos fuimos a la wikipedia y los youtube, nos pusimos al día, y pensé que con THE LAST RIDE iba a matar dos pájaros de un tiro (un spycin y un spymusic) y que para la siguiente semana os iba a conseguir una buena ristra de canciones de Hank.
Dicho y hecho. Ya las tenéis en la dCaja. Esta vez no he tenido que seleccionar entre ningún álbum porque todo lo suyo son recopilaciones y álbumes de lo very best, así que con uno doble tenemos para jartarnos. Yo ya he probado y lo cierto es que da gusto escucharlas al caer la noche.
Del melón de HARRY THOMASON, el director, he sabido que es muy amigo de los Clinton, que les hizo bonitas películas para sus campañas electorales o para lavar su imagen en el caso Levinsky acabando en líos de corrupción, FBI y todo eso. Un americano ejemplar, vaya. De los de una estrella* spycin para su bandera y va que chuta.
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miércoles, 25 de marzo de 2015
THE THING CALLED LOVE* - 1993 - PETER BODGANOVICH
La presidente del cine club spycin se ha visto entera la primera temporada de la serie NASHVILLE porque aunque es una macarrada (eso dice ella), da gusto escuchar country. Con la misma justificación programé yo THE THING CALLED LOVE porque en su sinopsis decía que una chica de Nueva York va a Nashville a probar suerte con su guitarra y sus canciones y allí entra en dudas amorosas con dos compañeros de concurso.
Antes de que el autobús que llegue a la terminal de destino ya salen dos de los grandes templos de country en Nashville, THE BLUEBIRD CAFE y el GRANDOLE OPRY, que es como sacar la Pedrera y la Sagrada Famila cuando Woody Allen rodó no sé qué película en Barcelona. Y en cuanto la rubita de la guitarra llega al Bluebird Café, se nos enamora a la primera del guaperas RIVER PHOENIX que va de duro.
Para que haya intriga aparece otro pretendiente guapito con gran sombrero y cara de tonto
y la rubita va y se echa una amiga, Sandra Bullock, que como casi siempre hace de ella de misma y es insufrible.
Con esos mimbres ya puede sonar el mejor country del mundo, que no hay nada que hacer, pero es que ni eso: la banda sonora está hecha con flashes de temas de bar y las pruebas de los aspirantes a un contrato en el Bluebird, así que excepto ver la evolución de las tres canciones de la rubita, poco más.
"La cosa llamada amor"consiste en adivinar con quién de los dos se queda la chica, apuesta en la que no podía fallar la experta presidente del cine club. Aunque para cuando Peter Bodganovich nos lo desvela, ya estaba dormida.
Yo había hecho footing esa tarde y estaba muy cansado, así que tampoco tenía fuerzas para levantarme del sillón e irme a hacer algo mejor, pero como esa justificación me era insuficiente di en pensar que en los años noventa el country debió de estar en horas bajas y que bueno era comprobarlo. Que Peter Bodganovich ha estado casi siempre en horas bajas casi siempre, pero esa no era la cuestión.
Aparte de ver costumbrismo norteamericano, y tener noticias de los desarraigos familiares y amoroso, lo más sorprendente es comprobar que ni con estas películas tan blandengues han conseguido enterrar al country y que bien entrado el siglo XXI, la música country goza de perfecta salud. ¿Cuál es la clave? La presidente del spycin dice que es por las letras de las canciones y seguro que es verdad. En la película se le ve a la rubita todo el rato escribir canciones en un cuaderno. No se le ve ensayar con la guitarra sino escribir letras. Yo no creo que esas letras digan ninguna maravilla pero como dice la dueña del Bluebird Café la clave está luego en cantarlas con sentimiento.
No me digan que todo eso no merece una estrella* spypcin. Pues claro que sí.
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miércoles, 18 de marzo de 2015
CONFESSIONS OF A DANGEROUS MIND* - 2002 - GEORGE CLOONEY
Decididamente que George Clooney no va a ser Clint Eastwood, y no sólo por la diferente personalidad de ambos o por la distinta forma de ver la dirección cinematográfica sino por una cuestión generacional, por un cambio en los tiempos o en el modo de entender la narración. Los viejos lectores del sPyPnic recordarán mi decepción cuando vimos GOOD NIGHT AND GOOD LUCK del 2005, su segunda película. Pues bien, con este su primer trabajo como director, lo mismo. O peor. Porque CHARLIE KAUFMAN, el imaginativo pero enrevesado guionista de BEING JOHN MALKOVICH (spypnic 196) se lo puso tan complicadito que su narración cinematográfica derivó en un serial de videoclips.
La historia tiene su miga: la doble vida de un tipo que inventa los programas de televisión basura y mata para la CIA da para un dramón, y la cara de confusión y agotamiento del protagonista encerrado en su cuarto de Nueva York prometía.
Pero enseguida se nota que los flash backs van dando saltando como en los sueños y que la narración se atropella a sí misma dejando un reguero de imágenes que son poco más que posados fotográficos.
Las sonrisas picaronas de DREW BARRYMORE podían haber sido el contrapunto decisivo en la vida del atribulado protagonista (y en la propia construcción de la película), pero su personaje se diluye en cuanto entra en escena el director haciendo de turbio enlace de la CIA para los truculentos encargos de matar gente en la guerra fría.
No me he parado a indagar si el libro autobiográfico de CHUCK BARRIS que da soporte a la historia es verídico, pero tanto da. La película es perfectamente olvidable y cuando el protagonista mata al fin a Clooney casi que aplaudimos.
A Julia Roberts no la mata porque ni él ni nosotros nos enteramos muy bien de qué va su personaje. Y porque siempre queda muy feo matar a una mujer de la TIA.
Conste que le doy una estrella* por el dispendio de energía y medios y porque, qué caramba, siempre que sale Clooney en pantalla deja un cierto olor a colonia. Pero por lo demás como si se me cae del disco duro.
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viernes, 13 de marzo de 2015
THE LIMITS OF THE CONTROLº - 2009 - JIM JARMUSCH
Como Alberto Adsuara ya le ha dado a la sesera para sacar partido de esta trufarrada no lo voy a hacer yo; os paso el link y así os evitáis (me evito) la fatiga de pensar e inscribir (el problema del nuevo blog de Adsuara es que no se puede buscar película a película pero le dais a la ruedecita del ratón y enseguida aparece su comentario crítico).
Mi comentario va a ser más breve: con lo del pensamiento visual ya nos dieron la tabarra no uno, sino todos los directores de la década de los setenta, así que el que quiera muermos que tire de filmografía de aquellos años que se va a jartar.
Y si como fondo de escena le da por rodar en Eppaña, meter a tres o cuatro actores (o lo que sean) españoles y repetir con cada personaje la misma frasecita, pues ya nos sentimos como en casa.
Eso, que si estáis con insomnio como la presi del spypclub, no dudéis en ponérosla porque hasta ella se quedó sopa. ¿Me he perdido algo? ¿Debo volver a verla? preguntó cuando se acabó. No, no, mano de santo, le dije. Contra el insomnio.
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jueves, 12 de marzo de 2015
THE KINGS OF SUMMER* - 2013 - JORDAN VOGT-ROBERTS
El tan manido tema de un adolescente que hace realidad el sueño de huir de casa con dos amigos para hacerse una caseta en el bosque y pasar un verano de cine parecía al principio de la película que podría ser una versión doméstica de la gran INTO THE WILD de Sean Penn. Montaje en collage y pequeños golpes de humor nos hicieron concebir esperanzas pero nuestro gozo acaba como el de los chicos, en aburrimiento, pesadillas y el rosario de la aurora.
Premios y buenas críticas empeoran aún más su visionado porque siempre te deprime que los jurados y los periodistas estén más verdes que los personajes y los realizadores.
Hasta los policías parecen de juguete. O gente normal, con cabeza y sensibilidad.
Que la aparición de la niña mona del instituto dé al traste con la amistad y el verano feliz estaba cantado. Para entonces la presidenta de nuestro cine club ya estaba dormida y no tuvo opción ni de darme celos con algún otro espectador (como no fuera en sueños...)
Eso sí, en arquitectura un diez, pues la caseta les queda como un Gehry:
Le voy a dar una estrella* spycin por recordarme que en América hay bosques y ríos muy bonitos a un paso de casa:
Bueno, ríos bonitos a un paso de casa hay en todas partes. Lo difícil es encontrar películas a su nivel, porque con bajar a filmarlos no es suficiente.
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