Vuelve a casa al acabar una carrerita sobre cine después de que le haya dejado su novio, con cara de bollo y unos cuantos kilos de más y obviamente, se le cae el mundo encima. ¿Qué hacer? Ya puestos, hagamos una película. Y como presupuesto no tendré mucho, pues hago el guión, la dirección y la protagonizo.
¿Cuánto tiene de autobiográfica TINY FURNITURE? No sé. Parece que mucho. Lo importante es que gracias a este ejercicio final de curso (o de comienzo de carrera profesional) LENA DURHAM se hizo con la dirección de una serie en la HBO (nada menos) y se ve que ha tenido bastante éxito. Se llama GIRLS con lo que supongo que va de lo mismo que TINY FURNITURE, es decir, chicas que se asoman a la vida por debajo de una generación que parece que ya lo tiene todo hecho en la vida y que ocupa todo el espacio del mundo.
A juzgar por el punto de vista de la directora, guionista y protagonista, da la sensación de que el problema es exclusivamente de la generación emergente, pero como uno está mucho más cerca (por edad) de la madre que de la hija, obviamente se plantea que si la hija tuviera más luces de las que tiene se hubiera planteado también los problemas de su madre. En la escuela de cine seguro que le han enseñado que para que una historia tenga un poco de nervio se necesita algo más que un personaje. En fin, lo de siempre. Que el planteamiento no está mal, que como retrato costumbrista vale y que el ritmo del montaje es bueno, pero la historia se va poniendo poco a poco tan pesada como la niña y que ya es triste que un polvo mal echado acabe por echar a la hija en brazos de la madre.
Una estrellita* spypcin y un saludo de bienvenida al mundo de los mayores donde, mira tú, las angustias y las desesperanzas no son menores que cuando acabas de terminar la carrera.