Yo tampoco tenía nada personal contra la directora polaca URZSULA ANTONIAK pero si puso algo de ella en la protagonista de NOTHING PERSONAL creo que no nos vamos a entender. La noche había empezado mal con MUSICA CAMPESINA y continuó (a peor) con este truño sobre una despechada que se echa al frío y la naturaleza desoladora cuando se quita el anillo de casada, y en vez de apaciguarse, se vuelve aún más borde y se encabrita aún más con los demás. Ala.
Quince minutos viendo a la chica pasar frío y mirando mal al mundo te dejan peor aún que el chileno cuando llega a Nashville así que aguantamos aún cinco minutos más por ver si la aparición del chico (o señor) me la arreglaba un poco.
Quiá. La chica aún se puso más borde. La cosa estaba cantada. En la hora y cinco minutos que quedaban las asperezas se irían limando y al final acabarían amándose. Echamos el cursor del vídeo para entrever tres o cuatro sketchs y justamente eso.
La idea de dar la vuelta al calcetín del amor no es mala. Cuando nos enamoramos todo es maravilloso y es con el tiempo que vienen las asperezas. Vale. Miremos de verlo al revés. Juntamos a dos personas que no quieren saber nada de amor y limando por aquí y por allá, al final acabarán por encajar. Y tanto, limando limando, así cualquiera. Hasta yo que soy tan borde. Me queda la duda de si el tiempo mejoró algo porque con ese frío, esa humedad y ese viento irlandés yo aún seguiría enfurruñado con el mundo pero el ritmo cinematográfico de la polaca no nos lo permitió. Con veinte minutos vistos ya habíamos decidido echarla del disco duro. Qué se le va a hacer. Los calcetines, mejor del derecho. Aquí la artista, por cierto, con premios de esos que se dan para que piques y empieces a ver películas que dejarás mucho antes de acabar.
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