martes, 27 de diciembre de 2016

THE DAY OF THE LOCUST* - 1975 - JOHN SCHLESINGER



PELICULÓN es una de esas palabras o adjetivos que lo explican todo ahorrándote muchos esfuerzos redactores. Y a películas como THE DAY OF LOCUST le cae como hecha a la medida. Como yo no soy fans de los películones le pongo tan sólo una * estrella SPYPCIN pero no dudo que sea película de culto para los CINÉFILOS, otra de esas palabras que lo explican todo de algunas personas (ji ji ji ji).

Todo empieza cuando el chico alquila un apartamento barato en un curioso condominio kitsch de Hollywood y descubre en el patio a una rubia tentadora:


La trama va hacia una historia de amor:


Pero pronto descubrimos que la mirada bizca de KAREN BLACK apuntaba en otra dirección:


La película se enreda con el padre y algún otro vecino esperpéntico del condominio hasta que aparece  DONALD SUTHERLAND haciendo de tonto o de pirado, que siempre lo borda:


La historia se alarga y enreda más de la cuenta sin llevarnos a ninguna parte, porque un películón es también una película larga (¡144 minutos!), y para acabar y desenredar todo se monta un apocalipsis del carajo con Cecil B. de Mille de anfitrión y Goya de referencia icónica:




Nosotros la vimos en dos sesiones, porque 144 minutos de peliculón en un solo día te dan indigistión. El jran Schlesinger ya nos decepcionó en otra ocasión (contada en el viejo sPyP 693) pero por definición, un peliculón deja por el camino un montón de temas sobre los que hablar (sobre todo a los cinéfilos). Por ejemplo, que de Karen Black no te puedes enamorar pero que te hace gracia encontrarla en Easy Rider con Dennis Hopper:


Los arquitectos de culto e historiadores del arte están de enhorabuena porque en una de las visitas del protagonista al productor, Schlesinger nos lleva nada menos que a la casa Ennis de Frank Lloyd Wright:


Puestos a friquear, he encontrado una web que nos hace todo un recorrido turístico por los escenarios de la película y que nos cuenta que el famoso condominio kitsch donde viven el chico y la chica fueron unos decorados construidos en los Paramount sobre un modelo donde había vivido el autor de la novela que dio pie a la película.






La entrada a los estudios de la Paramount no son un escenario pero son tan kitsch que como si lo fueran:


Pues eso, cine sobre el mundo del cine para amantes del cine y más cine que cine. 

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