Película coral que debimos de ver en su tiempo y que revisionamos la noche del 6 de noviembre del 2018 con motivo del 60 cumpleaños de la presidenta del Cinespyn por aquello de hacer unas risas sin más. Por muy coral que sea, no están justificadas sus más de dos horas de duración. Un placer ver a la recién descubierta Kaira Knigthely con quince años menos y a la rotunda Martine McCutcheon, (más rotonda aún en los photocalls)
La mejor historia sin duda es la de la vieja estrella de rock y su versión navideña de un hit muy conocido:
La diferencia entre el personaje y el actor que lo encarna (Bill Nighy) es genial:
Algunas historias son bastante plomos: la de la infidelidad del marido de Emma Thomson, o el romance con la portuguesa en la Provenza
Los sketchs del que se va a América donde las mujeres son más calientes (!!??) o de la pareja de pelis porno tienen menos miga que un gift.
La indecisión de Sara con Karl (le podían mejorar el peinado) acaba con un desenlace patético:
Ella tiene toda cierta gracia como inglesa prototipo, aunque en las fotos esté más favorecida:
La secretaria de ojos saltones es otro ejemplo de que la película no es más que una colección de clichés, recurso mucho más simple y fácil que el de elaborar un buen guión:
Lo de que todo es posible en los finales de las películas queda para los amores y fantasías del padrastro viudo y su hijo:
En fin, que esperemos que pasen otros veinte años antes de volver a verla.... ¿dónde estaremos entonces...? (!!!). La he dado una estrella* spycin. Ay qué viejo estoy.