De padres viejos, América profunda, padres e hijos y demás familia. Muy tierna y con pequeños golpes de buen humor. Recuerda a UNA HISTORIA VERDADERA (1999), la única película que me ha gustado del prestigiado o prestigioso David Lynch (y cuando digo yo prestigioso o prestigiado ya sabéis qué quiero decir...).
Estados Unidos es una tierra grandiosa convertida en un paisaje desolador.
Como las familias, esas "células de la sociedad" que nunca parece que acaben de funcionar.
Tampoco los trenes funcionan bien en Estados Unidos pero el silbato de sus locomotoras es una parte íntima de su paisaje. En Nebraska no suenan ni los silbatos de los trenes.
Hay mucha más carretera. Y camionazos que adelantan a los coches. Como a nosotros cuando conducía yo por Buffalo. Por suerte aún no padecía de incontinencia urinaria.
Ni tuve que soportar a unos primos imbéciles
Ni ver las finales deportivas en familia:
Con madres y abuelas en la cocina
Los bares siguen siendo los centros de la vida social. La única esperanza
Pasada por alcohol, claro
Alexander Payne fue el que hizo ENTRE COPAS (2004). También LOS DESCENDIENTES, su siguiente película (2011) que aquí la pusimos a caldo. Se ve que hace una buena y una mala. La siguiente toca mala.
Buena parte de su nuevo éxito está en los protagonistas. Los actores
No hay diosas. Es una pena. No parece ser el tema de Payne. El amor, si existió alguna vez debió de llevárselo el frío.
Toda nuestra ilusión está puesta ya en un golpe de fortuna. Como el de nuestro protagonista
Yo también me quiero comprar una camioneta nueva