domingo, 31 de enero de 2016

BAGDAG CAFE*** - 1987 - PERCY ADLON



Percy Adlon volvió a poner en pantalla a Mariann Sagebrecht para otro delicioso cuento, aunque esta vez no de amor, sino de amistad. O eso parecía porque la historia comienza con las cómicas pero tormentosas rupturas de las relaciones matrimoniales de ambas protagonistas. Lo que pasa es que al final la historia tiene trampa: el cuento parecía que abría un espacio para la amistad homosexual después del amor, y sin embargo se resuelve con la tesis tradicional: el de la amistad homosexual como estado natural previo al amor.


Pero la gracia del cuento no está tanto en ese giro sino en el ambiente coral que se produce en un inhóspito lugar en el que no parece que pudiera suceder nada. Nada bueno, claro está.


También podría interpretarse como un cuento femenino o feminista (aunque esta palabra ya no la entiendo muy bien), porque no hay duda alguna de quienes son las que controlan el cotarro y quienes son los pelanas.


Mi personaje favorito es el marido de Brenda, que se pasa toda la película exclamando entre dientes: Brenda, Brenda...,; pero el casting es por lo general de diez. La mujer de los tatuajes es más confusa, aunque su salida de escena es tan antológica como la entrada en ella del mochilero.


La diferencia entre una historia y un cuento, digo yo, puede que tenga que ver con el recurso a la magia y la suspensión del tiempo. La película empieza con lo segundo y acaba con lo primero, aunque como decía, lo más mágico es que en un lugar tan desolador puedan ocurrir cosas buenas.


Inmejorable pues como cuento de Navidad. Tres estrellas *** spycin. 

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