Lo sabe todo el mundo: poniendo estricnina en un trozo de carne. Y si se es muy impulsivo, pegándole un tiro. Por si no te gusta ninguna de ellas, Michael Kalesniko, Kenneth Branagh y Robin Wright nos ofrecen un tercer sistema: ponerle al perro esta película. Pero como no encuentro la manera de que la vean los perros del alcalde de Santa Lucía (que es mi vecino), se me ocurre que podría comprar unas copias en vídeo o DVD, y echárselas a la perrera. Igual funcionaba. Cualquier cosa mejor que crear un alter ego nocturno con quien hablar por las noches y que lo acabe matando él mientras yo adoro a la niña de la vecina.
Dicho en plata: que es una tufarrada pijoprogre a mayor hundimiento de Kenneth Branagh haciendo de hombre de teatro, o sea, de Kenneth Branagh. El único interés de la película es ver a Robin Wright, la artistaza que hace de mujer pérfida en la serie HOUSE OF CARDS, haciendo aquí de mujer pija. Y ni eso: me gusta muchísimo más de mala.
A la hoguera con ella.
Y una foto del Kalesniko para hacer puntería con los dardos: