Un truño envuelto en celofán por caras conocidas. La casa en París y el sistema ese antecedente de la de la hipoteca inversa, muy interesante. Los personajes un desastre. Y el amor final entre los dos protagonistas, ay, ay ay, espera que me da la risa floja. Leo en los papeles (o en internet, que ya no distingo) que la van a proyectar pronto en la Sala Rafael Azcona de Logroño como algo selecto (glup !!!). Nosotros la vimos en el cine de Torroella de Mongrit, única sala a la que solemos ir una vez al año por disfrutar de la experiencia de ver cómo era el cine de antes y tragarnos "lo que echen". Por lo general nos tragamos un truño en celofán pero lo hacemos muy a gusto: porque, qué espacio tan majo el de un viejo cine de pueblo; y qué bien dan de cenar los chicos del Restaurante La Sala. Lo único que falló en esa buena tarde de mi cumpleaños fue la película, pero nada es perfecto. Primer cero pelotero de la temporada. Y cuidadito con Israel Horovitz, vetusto escritor de guiones y director de tan sólo dos películas. En esta hizo de guionista y director, es decir, que carga doblemente con nuestro cerazo.
Ah, se me olvidaba: MI CASA EN PARIS es la traducción española de MY OLD LADY. Así nos va en inglés.
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