Dos ceros peloteros para este "documental" o más bien refrito de corta y pega hecho por o para Netflix de cuyo origen o autores no encuentro nada a primera vista (ni me apetece buscar más). Canciones insufribles y enteras de rock gamberro o zulú de la generación juvenil contra-Tatcher con pequeños cortes de declaraciones irrelevantes de fumados, de la que solo salvo a Police y The Pretenders, y en un plano menor, a Madness y Ian Duri.
Con el paso de los años está claro que con el punk de los Pistols y los Clash o la invasión de los ritmos fáciles del reagge y el ska se dio el pistoletazo de salida a la degeneración o decadencia de una gran música juvenil que había alcanzado cotas de calidad inimaginables. Pronto vendrían peldaños más insufribles e indefinidos (hip hop, rap, reggeton, etc) que solo tienen la virtud de que ya no hay más abajo.
Fuimos tan valientes que lo vimos entero. Por saber de historia. O por salvar algo. O por el buen recuerdo que nos dejó hace años la historia más personal que musical de Joe Strummer y The Clash,
Suerte que junto a esa línea de decadencia hubo otras líneas de salvación. O eso es lo que trato de contar en la spymusic.